Activista sanitaria en Sudáfrica

Lucha contra la precarización

10/05/17   Tiempo de lectura: 2 min

Juliet Kabe, del Khanya College en Johannesburgo, aboga a favor de condiciones laborales dignas para los promotores comunitarios de salud.

“¿Qué harías tú, como promotora comunitaria de salud, cuando debes apoyar a un paciente a tomar su medicación, pero éste no cuenta con los medios necesarios para comer y no tolera los medicamentos con un estómago vacío? ¿Le das los medicamentos a pesar de todo o sales a comprarle algo de comer con tu propio dinero?” Cuando Juliet Kabe prestaba servicios como promotora de salud en un barrio pobre, se veía confrontada diariamente con el dilema de tener que compensar los efectos de la desigualdad en las condiciones de vida y la pobreza para la salud de las personas. Esta experiencia la conmovió mucho y la llevó a ocuparse de la precaria situación de las promotoras de salud: por un sueldo ínfimo y privadas de derechos, las mujeres y algunos hombres desempeñan una actividad extremadamente importante en el servicio de salud público.

Mientras tanto, Juliet trabaja en el Khanya College de Johannesburgo y lucha en la provincia de Gauteng a favor de mejores condiciones laborales para las promotoras en las comunidades. Desde 2014, el Khanya College colabora con seis organizaciones contrapartes en un proyecto en red fomentado por medico con el objetivo de fortalecer la auto-organización de los promotores de salud. Con un gran talento organizativo y mucho esfuerzo, Juliet ha contribuido en 2016 al logro de un gran éxito: el 18 de marzo, el tribunal laboral reconoció que los promotores de salud no son voluntarios sino empleados, para los que rige también la legislación laboral común. Se trata de una sentencia histórica. Pero apenas fue emitida, el Ministerio de Salud comenzó a rápidamente a externalizar los contratos laborales a una empresa privada. Sin embargo, las mujeres del Foro de Atención Sanitaria Comunal en Gauteng no se dieron por vencidas: organizaron comités en casi 80 clínicas locales. Luego continuaron con peticiones, eventos informativos y marchas de protesta – hasta que el Ministro de Salud se vio obligado a reaccionar. El resultado es aún incierto.

Independientemente de este hecho, el proyecto ha puesto en marcha una dinámica de auto-empoderamiento de personas hasta ahora explotadas. Juliet nos comenta que se ha creado una plataforma que interconecta a las promotoras de salud en una red donde hablan sobre sus experiencias y preocupaciones, pero también sobre su lucha conjunta. “Durante la vida cotidiana, las mujeres deben muchas veces valerse por sí mismas. Pero aquí se apoyan mutuamente.” Ella también afirma haber cambiado como consecuencia de la red de proyectos de medico. “He aprendido a planificar presupuestos, elaborar informes y administrar por mí misma los proyectos. Eso me hace fuerte.”

Maria Hartmann y Usche Merk


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