40 años de medico international

 

1968 - 1978: Los comienzos en Biafra y Vietnam

medico international se fundó en mayo de 1968. Eran tiempos de gran conmoción, como consecuencia también de las terribles guerras en Vietnam y Biafra. Por primera vez, la  televisión proyectaba todos los días las imágenes de niños famélicos y atrocidades lejanas al seno de nuestros hogares. Decenas de miles de personas salieron a las calles para exigir el fin de la guerra y desarrollaron nuevas modalidades de una solidaridad enfocada en la práctica. medico comenzó a recolectar muestras médicas, medicamentos y ropa usada, y envió su primer embarque aéreo de mayor envergadura en agosto de 1968, por un valor de 37.000 marcos alemanes, con destino a Biafra. En enero de 1969 partió el segundo envío, esta vez de 11 toneladas, nuevamente a Biafra. Este rápido éxito nos obligó a tomar otras medidas: fundar formalmente nuestra asociación, instalar oficinas, buscar un almacén para los suministros de ayuda. Luego del envío de medicamentos, empezamos a asignar personal para brindar ayuda de emergencia en situaciones de desastre surgidas a consecuencia de sismos e inundaciones, como sucedió en 1970 en el Perú. Se adquirió un parque vehicular y - cuando los vehículos de socorro no eran requeridos en el extranjero - cooperábamos con la Federación Samaritana de Trabajadores para brindar auxilio en las carreteras alemanas.

Con el correr del tiempo, nuestra mira se centró en el contexto político y surgieron preguntas apremiantes sobre las causas sociales de la miseria y las penurias en África, Asia y América Latina. La politización transformó nuestro trabajo: no queríamos sólo prestar ayuda en caso de desastres sino también fomentar el desarrollo autónomo, brindando ayuda para la autoayuda. Los primeros proyectos (como el intento de cooperar con el gobierno para establecer un “complejo médico-social” en Malí, un país en aquel entonces devastado por la sequía) fracasaron: eran proyectos demasiado ambiciosos, imposibles de manejar desde la lejana Frankfurt. medico empezó entonces a buscar socios y los encontró en los movimientos de liberación, que en esa época luchaban contra los poderes coloniales aún persistentes o las dictaduras corruptas. Iniciamos las primeras cooperaciones en el Sahara y las Islas de Cabo Verde, y luego les siguieron otras.

 

1978 - 1988: África Meridional, América Central, Cercano y Medio Oriente – ayuda a la liberación

Los años ochenta se vieron marcados por luchas de liberación y medico procedió a ensayar en muchos lugares del mundo lo que de ahora en adelante se llamaría la “ayuda a la liberación”. Ésta siempre se siguió brindando como ayuda médica, pero ya no sólo a través del envío de medicamentos. En concordancia con el concepto de Atención Primaria de la Salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS), medico y sus organizaciones contraparte empezaron a establecer servicios básicos de atención de la salud. Estos esfuerzos se llevaron a cabo en medio de las conflagraciones, en las “zonas liberadas” o como apoyo a los refugiados: en Nicaragua, El Salvador y Guatemala, en Chile, en Sudáfrica y Namibia, en los campamentos y los asentamientos palestinos del Líbano, y más tarde también en las regiones kurdas de Irak y Turquía.

Naturalmente, estas acciones tuvieron consecuencias para las relaciones públicas de medico. Si bien al principio éstas se concentraban exclusivamente en la recaudación de donaciones y por lo tanto sólo apelaban a la compasión directa, con el tiempo se convirtieron en una tarea de educación política en Alemania, en una “ayuda para la información”. Esto condujo a conflictos con el entorno político alemán y – paralelamente – a la participación en el “movimiento de solidaridad”. El nombre se convierte en programa: la solidaridad crítica – no la mera ayuda – se torna en la razón de ser de medico durante esos años. Nuestra labor llegaba a sus límites de máxima carga cada vez que nos enfrentábamos a la violencia presente por doquier. Sus causas también nos llevaron de regreso a Alemania, por ejemplo en el caso de la masacre perpetrada por el ejército iraquí contra la población kurda en la ciudad de Halabja. Dado que durante el ataque se utilizaron gases venenosos de fabricación alemana, medico y sus socios y contrapartes no sólo brindaron ayuda de emergencia y reconstrucción en la zona afectada, sino que – años después – siguieron luchando para obtener una compensación también por parte de las empresas corresponsables en Alemania.

 

1988 - 1998: Épocas de transición y globalización

A fin de cuentas, muchas de las luchas de liberación no llegaron a colmar las expectativas. Obviamente, la razón para ello se hallaba a menudo en la violencia que permeaba los acontecimientos, pero también se debía – y se sigue debiendo – a los profundos cambios políticos y económicos que poco después se conocerían como la “globalización”.

A su vez, medico se vio obligada a reorientarse y lo hizo manteniendo de primera intención sus líneas de actividades relacionadas con los servicios básicos de atención de la salud unidos a una solidaridad crítica. A partir del apoyo de atención médica brindado a las víctimas de las minas antipersonales, surgió en 1993 la Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Terrestres (ICBL por sus siglas en inglés), por iniciativa de medico y del movimiento de veteranos de Vietnam en los Estados Unidos, llamado Vietnam Veterans of America. Como consecuencia de la presión que ejerció la campaña sobre la opinión pública, en diciembre de 1997 más de 100 estados suscribieron el Tratado de Prohibición de Minas en Ottawa. Dos meses antes, en octubre de 1997, la campaña fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz. Para medico, esta experiencia se convirtió en un caso modelo: en tiempos de la globalización, la ayuda in situ requiere de resonancia mundial y, por lo tanto, de una labor mundial – o al menos transnacional - de formación de redes y campañas.

 

1998 – 2008: Solidaridad global

Entre los cambios monumentales de la última década está la “globalización desde abajo”, propugnada por la red a la que pertenece medico, que mientras tanto se ha convertido en un movimiento de amplio alcance. Así, en el año 2000 medico organizó una conferencia internacional en la que participaron veinte organizaciones contraparte involucradas en proyectos de orden psicosocial. Esto fomentó no sólo su interconexión sostenible en una red, sino que condujo asimismo al surgimiento de cooperaciones transnacionales del propio trabajo de proyectos. Algo similar sucedió en el marco del Movimiento por la Salud de los Pueblos (PHM por su sigla en inglés), el cual también fue fundado en el año 2000 por 93 organizaciones de salud de todo el mundo. La gama de actividades conjuntas cubre desde proyectos in situ hasta los grupos de presión, pasando por las manifestaciones callejeras: una labor en contra de la destrucción neoliberal de los sistemas de salud, la exclusión de las minorías y los refugiados, las patentes en relación con los medicamentos, los aranceles proteccionistas y los precios del mercado mundial.

La colaboración en el seno del PHM es continuada por el movimiento attac, de posición crítica frente a la globalización, y los foros sociales transnacionales. Mientras tanto, la red de los socios y contrapartes de medico abarca alrededor de sesenta proyectos, que se abocan a brindar atención primaria de salud in situ y apoyar los Derechos Sociales Globales. Esto incluye siempre el derecho a la salud, sobre el cual la OMS expresa lo siguiente en la Declaración de Alma Ata: “La salud es el estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades, es un derecho humano fundamental y que el logro del grado más alto posible de salud es un objetivo social sumamente importante en todo el mundo, cuya realización exige la intervención de muchos otros sectores sociales y económicos, además del de la salud.” En su quinta década de existencia, medico se seguirá guiando por este principio.