Ebola

Un tema de derechos humanos

25/06/15   Tiempo de lectura: 3 min

Sobre los orígenes de la epidemia del ébola y el trabajo realizado por la contraparte de medico NMJD en pro de la información y contra la marginación.

El virus del ébola ha establecido su dominio sobre la región del río Mano desde mediados de 2014. Los países que pertenecen a este triángulo - Liberia, Guinea y Sierra Leone -  están entre los más frágiles del mundo. Con 25.050 enfermos y 10.340 decesos comprobados (al 1.3.2015), la epidemia supera todos los brotes conocidos de este virus hasta ahora. Los orígenes de esta catástrofe se encuentran inseparablemente unidos a las condiciones sociales, económicas y políticas. Durante décadas, la política nacional e internacional ha desatendido las necesidades elementales de la población, forjando las mejores condiciones para la vertiginosa propagación de este mortal virus.

Los derechos de explotación de las riquezas del subsuelo de África Occidental se otorgan en condiciones favorables a empresas internacionales, sin que los contratos establezcan la obligatoriedad de realizar reinversiones – mientras los sistemas de salud y educación se encuentran en abandono. En las regiones ricas en materias primas, los habitantes sufren la expropiación y expulsión de sus terrenos. Las migraciones causadas por la pobreza y la tala de áreas forestales también han contribuido a que las personas habiten cada vez más cerca de los animales silvestres transmisores del virus del ébola.

Barrios enteros fueron puestos en cuarentena

En parte, la veloz expansión del virus se debe también a la suspicacia existente y a menudo justificada de la población frente al Estado y sus autoridades, la cual se vio intensificada por la manera autoritaria en que se intentó controlar la epidemia. En muchos sitios, barrios enteros fueron puestos en cuarentena, sin atender debidamente las necesidades de las personas en su interior. En lugar de informar, se ordenaron e impusieron medidas coercitivas. Las medidas de protección despertaron resistencia y no fueron obedecidas. Ello demuestra la importancia de la confianza en una lucha eficaz contra epidemias – una confianza que sí ha logrado la contraparte de medico Network Movement for Justice and Development (NMJD) a través de sus largos años de trabajo a favor de las personas privadas de sus derechos.

Ya durante los tiempos de la guerra civil, los miembros del movimiento NMJD luchaban por un manejo equitativo de la riqueza en materias primas de Sierra Leone y exigían la construcción de centros locales de atención de la salud.  Por este motivo, los numerosos cooperantes y activistas de NMJD lograron trabajar con gran éxito contra la expansión de la epidemia. Su trabajo abarcó desde la capacitación y coordinación de trabajadores de salud voluntarios, los cuales fueron de puerta en puerta proporcionando información, hasta programas de sensibilización en la radio y la creación de centros de asesoramiento. Esta movilización de las estructuras locales fue decisiva para establecer una convivencia pacífica, contrarrestar los temores y fomentar la aceptación de las medidas preventivas.

La lucha contra la estigmatización

NMJD se dedica también a la lucha contra la estigmatización de los sobrevivientes, que eran marginados por sus propias familias debido a la ignorancia. Con gran perseverancia, los activistas explicaron a las personas que sus parientes ya no representaban un peligro de contagio, y lo demostraron abrazando abiertamente a los sobrevivientes en reuniones locales. Estos pequeños gestos conllevan grandes efectos.

A fines de 2014, Sierra Leone logró controlar la epidemia pero no vencerla. Y nada ha cambiado en las causas de su aparición. Por consiguiente, es aún más importante no contentarse con amortiguar la miseria. Más bien, se trata de luchar por implantar mecanismos de redistribución global para establecer servicios de atención de la salud que sean accesibles para todas las personas y les permitan vivir con dignidad.

Anne Jung

 


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