Tal como sucedió en los años de postguerra en Alemania, muchos ciudadanos de la nación centroamericana de Guatemala también desean correr un velo sobre el pasado de su país. Principalmente las familias acaudaladas, que siempre ejercieron un dominio basado en la violencia descarnada, viven en un mundo paralelo irreal. Niegan la violencia del Estado y la persecución genocida de la población indígena, de la cual ellas mismas son responsables. Desde 1996, año en que finalizó la guerra civil de varias décadas gracias a un acuerdo de paz, las víctimas de la violencia del Estado llevan adelante una ardua lucha por la justicia y el esclarecimiento de los hechos. Se trata aquí de algo más que del destino propio: sólo será posible alcanzar un renacimiento democrático y emancipador en este país centroamericano cuando se logre superar el pasado.
Desde hace muchos años, medico apoya estos esfuerzos por lograr la superación en el ámbito jurídico, así como la imprescindible auto-organización de los involucrados, y brinda la urgente ayuda psicosocial necesaria para los familiares y sobrevivientes. En los años 2010 y 2011, esta labor ha retomado importancia. Una nueva generación se cuestiona sobre los orígenes de la violencia y la paralización política que caracterizan desde siempre a este país. Ello se debe a que la “guerra contra las drogas” cuesta la vida a casi tantas personas como sucedía anteriormente con la guerra civil. Por otro lado, se continúa ignorando los derechos colectivos de la población indígena, con fatales consecuencias. Constantemente, la población local es desalojada por la fuerza para hacer valer los derechos de exploración y explotación de los recursos naturales y del subsuelo, tan lucrativos en el mercado mundial. Todo ello indica que el legado de violencia y racismo ha resurgido con renovada virulencia.
Una violencia que subsiste a través de las generaciones
En 2011, medico autorizó cuatro proyectos para apoyar de diversas maneras los esfuerzos de los guatemaltecos por lograr el esclarecimiento de los hechos y el Estado de derecho. En tal sentido, se proporciona apoyo a los sociólogos y psicólogos del Equipo de Estudios Comunitarios y Acción Psicosocial (ECAP), una contraparte de medico desde hace largos años. En el marco de fomento de medico, ECAP trabaja actualmente en cinco comunidades en la provincia de Quiché. El grupo meta está constituido por 150 víctimas de las masacres ocurridas a inicios de los años 80 y sus familiares, incluyendo a mujeres que fueron objeto de actos de violencia sexual. Se llevan a cabo cursos de capacitación sobre las consecuencias psicológicas y sociales de la violencia, y se forma a voluntarios que se dedican por su cuenta a ofrecer asistencia psicosocial en las comunidades. Entre otros, acompañan a testigos que son llamados a declarar en los procesos judiciales de reciente data, donde se ven confrontados nuevamente con los actos de violencia que experimentaron. A esto debe sumarse la labor educativa en beneficio de las siguientes generaciones y de instituciones que, en su mayoría, carecen de conocimientos básicos y de una metodología para afrontar estos traumas, los cuales a menudo afectan aun a la próxima generación.
Luchar por el pago de las reparaciones civiles, impedir la construcción de embalses
En el triángulo Ixil, también ubicado en la provincia de Quiché, trabaja la Asociación Campesina para el Desarrollo Integral Nebajense (ASOCDENEB), que cuenta asimismo con el apoyo de medico. La misma fue fundada en el año 2000 para rehabilitar la vida de las comunidades afectadas a raíz de las experiencias traumáticas. Esto incluye también el cumplimiento de los derechos colectivos y la lucha por el pago aún denegado de las reparaciones civiles, concedidas largo tiempo atrás. Estas reparaciones han retomado vigencia, sobre todo en el marco de los nuevos procesos judiciales que tratan de las masacres ocurridas en el triángulo Ixil durante la guerra civil. Al mismo tiempo, la ASOCDENEB se ve obligada a enfrentar a un nuevo y poderoso adversario: por cuenta y beneficio de las grandes empresas productoras de energía, se vienen construyendo nuevos embalses en la provincia, y otros más se encuentran en planificación. El objetivo de la ASOCDENEB es evitar por lo menos las expropiaciones violentas y nuevos desalojos.
Memoria, verdad y justicia
Otra contraparte dedicada a la rehabilitación de la sociedad guatemalteca es el grupo de iniciadores e iniciadoras del Festival de Cine Internacional “Memoria, Verdad y Justicia”. El festival se llevará a cabo por tercera vez en el año 2012 e intenta, a su manera, mantener y ampliar el espacio público para el debate sobre la historia y sus consecuencias, que se prolongan hasta el día de hoy.
En cooperación con la Comisión Internacional de Juristas, medico financia servicios de apoyo profesional para la labor jurídica de la institución independiente “Bufete Jurídico de Derechos Humanos en Guatemala”, la cual se ocupa de más del 80% de todos los procesos importantes sobre derechos humanos en Guatemala. Esta institución asume un rol clave en la lucha contra la impunidad, no solamente en lo que concierne a los delitos violentos del pasado, sino también en lo referente a la violencia actual, especialmente en el contexto de la guerra contra las drogas. A través de un trabajo arduo, este bufete ha contribuido fundamentalmente a que en la justicia guatemalteca de hoy existan también actores respetuosos del Estado de derecho, tanto en la Corte Suprema de Justicia como también en la Fiscalía General de la Nación.
En el período del presente informe, medico autorizó la asignación de € 300.654,49 para proyectos en Guatemala.